El Origen

01.11.2014 00:00

Parece ser que por lo general recibimos menos amor y menos aprobación de la que necesitábamos para "construirnos"  de manera sana, para desarrollar nuestras capacidades y desarrollar nuestro potencial, para dejarnos en paz. Partimos desde una carencia afectiva,  con ella y debido a ella, aprendemos nuestro sistema de ideas, cómo debemos ser, imaginamos cómo es el mundo,  cómo es el otro...   Salimos de nuestro origen  empobrecidos  en nuestro mundo  emocional,  sedientos de amor.  Crecemos y nos convertimos en adultos, vamos caminando como podemos...   Pero emocionalmente  seguimos dependiendo de ese amor no recibido en la cantidad que  necesitábamos y esto lo trasladamos a relaciones futuras...

 

En el intento de independizarnos de nuestra propia carencia, inconscientemente buscamos en futuras relaciones aquello que nos faltó, tratando de saciar nuestra sed. Volcamos en el  otro la expectativa de nuestra carencia, proyectando en la relación ese anhelo de ser amados, de ser reconocidos.

 

Y  aquí me surge la duda.

 

Intentamos independizarnos de nuestros padres (¿En qué medida esto se consigue? supongo que este asunto es para debatir en otras líneas... tiene pinta de ser para largo... )

Intentamos independizarnos de nuestra carencia... Pero en ese intento, ¿no nos volvemos aún más dependientes de la misma?

 

Como adultos nos creemos independientes de nuestros padres pero resulta que luego somos dependientes en las siguientes relaciones...

Paradojas del ser humano, dentro toda nuestra complejidad, acabamos siendo así de simples... y entonces repetimos de nuevo el mismo patrón...

 

Me viene a la cabeza la pasta esta que se utiliza para  TAPAR GRIETAS. Imagínate una pared  agrietada... ¿Cómo tapar las grietas de la pared?. Antes de nada nos deberían de avisar  que no es posible tapar una grieta de la pared con éxito. ¿Por qué? Porque las grietas por definición son la manifestación de una rotura que atraviesa todo un elemento, en este caso  la pared. Quizás podemos disimularlas, pero tarde o temprano volverán a aparecer...

 

 Esa relación con el origen, con nuestros padres, con el ambiente en que crecimos...  es la fundamental. Si uno no puede sanar o equilibrar esta relación, resultara complicado  que pueda vivir otras relaciones de forma madura, serena.

 

"Se puede decir que todos los males que se tratan en la terapia comienzan con un problema amoroso; comienzan todos los problemas emocionales por una carencia amorosa en la vida de la persona"

 

Claudio Naranjo